lunes, 19 de enero de 2009

Silencio

El silencio es sano. Abraza, cura, acaricia, besa. Sólo hay que saber escucharlo. Es amante de la luna, amigo inseparable del Dios sol, compañero de las estrellas y hermano de los pájaros. Si tengo que elegirle un color sería el blanco pero sus tonalidades cambiarían según mi estado. Hoy es verdoso. Pero sigue siendo sano. Muta, transporta, embellece, renace, limpia, supura, hidrata, consuela.
El silencio tiene ruido, sólo hay que saber escucharlo, no asusta, sólo cuida, es el ruido adorable de cada minuto de nuestras vidas, te sugiero que apagues el reloj y dejes que él marque los minutos, serán eternos y crearán en vos un sin fin de deseos hechos, hoy en este momento.
No tengas miedo, no sientas vergüenza, no te pongas incómodo, no te alteres, es sólo aprender a escucharlo, es sólo aprender a sentirlo. Que sea tu compañero y te una. El silencio no se calla, te habla y te comunica con el otro, es rico en sabiduría, sabe más que miles de palabras, te hace crecer y encontrarte a vos mismo y sumergirte en aquel.
El silencio tiene puertas, tu boca. Tiene ventanas, tu panza. Tiene una radio en la oreja y un parque en tu frente. Sentilo, si lo pensás pierde sentido. Shhhh, silencio.
Hola.

jueves, 8 de enero de 2009

Para mi y para vos.


Acá guardemos, no digan nada, silencio.

Si seguimos en la cena mirando la tele a un alto volumen y destacando globos perdidos, entonces.

Cambio: No quiero seguir, esto se terminó acá.

Repasemos, acá es igual que allá pero con distinta forma, prestemos atención.

Hay fuego!! Si, y un supuesto dolor. ¿Vos lo sentís? No, para nada me siento bien.

Alto el fuego muchachos! ¿Quién les dió permiso para estar en este lugar.?

Nadie, entonces dejame vivir. ¿Juntos?

Si. No!

¿Por qué? Porque esto es mio y de mis compañeros.

¿Y mio? Quizás, prendete este pantalón.

¿Acá? Si.

Bueno, ahora somos más.

Buenisimo, y ¿qué hago?

Matá. No. Si. No, tomálo.

Lo dejás y ya no podés estar acá.

Apagá el televisor por favor!!!!!!

Prendelo y mirá.

Pero esto que veo no es lo que hay allá, lejos.

No es lejos, es acá, abrí, prendé, sopor talo.

No lo tolero.

Aprende lo.

Quiero paz, por favor quiero paz para mi y para vos.

miércoles, 7 de enero de 2009

6ºC

La maestra dictó la tarea para la próxima clase, quizás esta vez nos había dado menos porque se sintió culpable de la prueba de la semana pasada ya que había prometido que sería simple y el mejor calificado fue Marcos, como siempre, el más chupa medias de la clase.
Ese día Marcos había hecho pública una declaración a la maestra, el amor que él sentía por ella era infinito, lo peor fue cuando comentó que por las noches soñaba con ella, menos mal que no dio más detalles y al cabo de cinco segundos la clase se lanzó a una carcajada colectiva que retumbó por todo el pasillo y el patio de la escuela. Ahora sí su inocencia le había jugado en contra, y su confesión quedaría patente en la cabeza de todos nosotros y la pobre maestra que no sabía cómo llevar la situación.
Pos suerte sonó el timbre del recreo que nos liberó a todos y a ella, que se sentó en su escritorio a llenar el registro de asistencia disimulando que allí no había pasado nada.
El recreo se tornó insoportable para el pobre Marcos, en los cinco minutos que habían transcurrido toda la escuela estaba enterada de aquella confesión inesperada.
Ya se daban indicios de posibles causas que habían llevado a Marcos sentir tal atracción por su maestra. Algunos comentaban que en su casa lo ataban con cadenas y sólo tenía un botón para llamar a su mamá para que le sirvan la comida, o por si quería ir al baño. Otros comentaban que su abuela era presa del alcohol y que dormía en una cama de clavos; los más chicos decían que las canas de la maestra le hacían recordar a su mamá que lo había abandonado en una canasta en un picnic de la primavera en los lagos de Palermo.
Pobre Marcos, de no ser que formaba parte del fans Club oficial de Cristian castro estaría sin amigos en el mundo. Por un momento me sentí culpable por reírme todo el recreo, y toda la clase siguiente cuando la maestra escribía los problemas de regla de tres simple en el pizarrón con sus cachetes colorados, tal vez por vergüenza. Para intriga de todos Marcos estaba demorado en el baño, podría ser que tuviera un problema de transito lento o que se yo, pero todos estábamos impacientes por su llegada.
Al fin marcos llegó, y su detención frente al pizarrón con la mirada hacia nosotros nos dejó atónitos.
- Yo no soy lo que piensan, yo sólo tengo sentimientos.
La situación era agravante, cada vez que la quería arreglar la embarraba más, y no tenía en quien apoyarse ya que todos le burlaban sus comentarios y para tener una buena relación con sus compañeros era condicional no llevarse bien con la maestra. Cosa que su corazón no se lo permitiría.
El día había terminado, todos guardaron sus cosas en las mochilas y Marcos también pero lo hacia despacio, con calma, todo lo que él hacia llevaba un proceso largo y monótono. Marcos era muy particular, era tan raro que jamás lo entendí. Yo pensaba que quizás con el tiempo todo pasaría y lo dejarían tranquilo, él sólo tendría que evitar reincidir en lo mismo sin remitir a ningún comentario bochornoso más.
Y así se fue a la casa, con su abuela borracha, con la mama canosa que lo había abandonado en la canasta en Palermo y que lo encadenaba a una cama de clavos que era de la abuela. Ahí se iba, se iba a su misterio, se iba a su cueva, se iba a su manera. Era Marcos el de 6ª C igual a todos pero algo diferente, él no tenía miedo, era el más valiente.
Ese día había hecho una confesión, había declarado su primer amor.